jueves, 21 de marzo de 2013

EL DESAFÍO. LOS PECES JAPONESES

A los japoneses siempre les gustó el pescado fresco. Pero en las aguas cercanas a Japón ha habido escasez de pesca durante décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, se fabricaron barcos pesqueros de mayor tamaño y de esta manera pudieron ir mar adentro. Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar a la costa a entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. A los japoneses no les gusta el sabor del pescado cuando no es fresco. Para resolver este problema, las compañías pesqueras, instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner el pescado en los congeladores. Además los congeladores permitían a los barcos ir aún más lejos y por más tiempo. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el pescado fresco, y no les gustó. El pescado congelado se debía vender más barato.

Así que las compañías instalaron tanques para los peces en los barcos pesqueros. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos vivos hasta llegar a la costa de Japón. Pero, después de poco tiempo, los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados aunque vivos. Desafortunadamente, los japoneses también notaron la diferencia del sabor. Porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor 'fresco-fresco'. Los japoneses prefieren el sabor de los peces bien vivos y frescos, no el de los peces aburridos y cansados que los pescadores les traían. ¿Cómo resolvieron el problema las compañías pesqueras japonesas? ¿Cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco? Invitaron a un tiburón a sus tanques. Así es como los peces japoneses se mantienen vivos: para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras todavía ponen a los peces dentro de los tanques en los botes pesqueros. Pero ahora ponen también un TIBURÓN pequeño. Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos. ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!



Comentario de Horacio Krell

Las personas prosperan más cuando enfrentan desafíos. Cuando alcanzas una meta no necesitas esforzarte tanto, entonces te detienes. Si perdiste el entusiasmo, cuándo no sientas que la vida te motiva, vuelve a cargar tu batería retornando a tu esencia, consulta con la almohada a tu inteligencia espiritual.

¿Qué desafíos te apasionan? ¿Qué te gustaría ser que no eres o tener que no tienes? Convéncete que si esto te pasa es porque no te propusiste conseguirlo, porque de otro modo, habrías hecho lo posible y lo imposible para serlo o tenerlo. ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo? El problema es el motor de la inteligencia, pero para que exista un problema debes tomar nota de que existe, debes querer hacer algo al respecto y debe estar a tu alcance material e intelectual.

Todo lo que quieres requiere conocimientos. Todo lo que quieres tiene una solución: es Aprender a Aprender.

martes, 19 de marzo de 2013

"Tampoco yo te condeno. Ve y no vuelvas a pecar." Jn 8,11

Es sorprendente la actuación de Jesús: radicalmente exigente en el anuncio de su mensaje, pero increíblemente comprensivo al juzgar la actuación concreta de las personas. Tal vez, el caso más expresivo es su comportamiento ante el adulterio. Jesús habla tan radical al exponer las exigencias del matrimonio indisoluble, que los discípulos opinan que, en tal caso, "no conviene casarse". Y sin embargo, cuando todos quieren apedrear a la mujer sorprendida en adulterio, es Jesús el único que  no la condena. Así es Jesús. Al fin hay alguien que no se ha dejado condicionar por ninguna ley ni poder. Alguien grande y magnánimo que nunca odió, ni condenó, ni devolvió mal por mal. Alguien a quien se le mató porque los hombres no pueden soportar el escándalo de tanta bondad. Sin embargo, quien conoce cuánta oscuridad reina en el ser humano y lo fácil que es condenar a otros para asegurarse la propia tranquilidad, sabe muy bien que en esa actitud de comprensión y de perdón que adopta Jesús, incluso contra lo que prescribe la ley, hay más verdad que en todas nuestras condenas estrechas y resentidas. El creyente descubre además, en esa actitud de Jesús, el rostro verdadero de Dios y escucha un mensaje de salvación que se puede resumir así: "Cuando no tengas a nadie que te comprenda, cuando los hombres te condenen, cuando te sientas perdido y no sepas a quien acudir, has de saber que Dios es tu amigo. Él está de tu parte. Dios comprende tu debilidad y hasta tu pecado". Esta es la mejor noticia que podríamos escuchar. Frente a la incomprensión, los enjuiciamientos y las condenas fáciles de la gente, el ser humano sempre podrá esperar en la misericordia y el amor infinito de Dios. Esto significa que en todas las situaciones de la vida, confusión, angustia, siempre hay una salida. Nadie puede impedirnos vivir apoyados en el amor y en la fidelidad de Dios. Por fuera, las cosas no cambian. Los problemas y los conflictos siguen ahí con toda su crudeza. Las amenazas no desaparecen. Pero hay algo que lo cambia todo: la convicción de que nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios.

ORACIÓN FINAL COMUNITARIA:
Señor Jesús, qué enseñanza de ternura de tu amor nos das en tu palabra; pues tampoco para nosostros debe existir jamás el deseo de condenar a nadie, sino el de agotar todos los recursos para salvar al que suponemos "caído" y restaurar su vida quebrada. NADA TEMO SEÑOR, PORQUE TÚ ESTÁS CONMIGO.

Fuente: Publicación Mensual: "5 Minutos de Oración en el Hogar"#293. Marzo 2013. Sonora, México.
http://5minutosdeoracion.com/