Hábitos Alimenticios que a mi me funcionaron para vivir mejor

Primer hábito (MUY IMPORTANTE). Desayunar lo más temprano posible. Si al levantarte saltas inmediatamente de la cama para empezar tu rutina de ejercicio, come al menos proteínas en cantidad moderada que te permita brincar, correr o flexionarte.Ejemplos: Cacahuates sin sal y sin aceite añadido, nueces y sus parientes, trozo de carne seca y medio plátano o su equivalente. Mientras más te tardes, malacostumbras a tu cuerpo a que almacene todo el alimento cuando éste llegue.Procura desayunar antes de que transcurra una hora desde que te despertaste. DESAYUNA COMO REY, COME COMO PRÍNCIPE Y CENA COMO MENDIGO.

Segundo Hábito. Para mejorar la digestión ingerir un vaso con agua (250 ml) en ayunas y otro vaso justo antes de dormir, cuando ya no vas a ingerir alimentos.

Tercer Hábito. Si asistes con un nutriólogo, pregúntale cuántos gramos de proteína necesitas al día y destina la mayoría de las que te asignó al desayuno. NO tengo las cantidades científicas pero yo lo he repartido en 3/6 en desayuno, 2/6 en la comida y 1/6 en la cena y a veces sucede 4/6 desayuno y 2/6 comida. Procura que las fuentes de proteína sean vegetal o en su defecto carnes magras. Si tienes colitis o extreñimiento aléjate de la soya texturizada y la leche de soya ingiérela una o dos veces por semana, jajaja y aléjate también de los lácteos.

Cuarto Hábito. Moderar el consumo de azúcares y harinas refinadas y almidones. Luego les paso los diagramas de química, pero el caso es: cuídate de las macromoléculas que rápido se descomponen en glucosa. Son casi un veneno.Te crean adicción a estas sustancias y a la larga te crean problemas con la insulina. La mayoría de las mujeres reaccionamos mal ante el azúcar, la grasa, el alcohol y el café.Y los problemas no quedan sólo en la insulina, después a muchas mujeres les traen problemas hormonales severos. Esto nos lleva a: Reduce tu consumo de cosas muy dulces, prefiérelas moderadamente dulces o come sólo uno o dos mordiscos de los empalagosos. Y si vas a endulzar, utiliza sólo un poco de azúcar mascabado o miel de maguey. Cuidado con la miel de abeja, porque sigue descomponiéndose en glucosa, pero eso sí, es muy nutritiva. Evita los edulcorantes artificiales aunque te prometan las perlas de la Reina, asì sean Stevia o Splenda. De vez en cuando están bien pero que no formen parte de tu vida porque de todos modos afectan tu salud de muchas maneras.

Quinto Hábito. No beber líquidos mientras comemos. Porque diluyen los jugos gástricos y entorpecemos la digestión. Evitar aún más los líquidos muy fríos. Puede ser que de vez en cuando tengas sed cuando comes, toma unos sorbos, los necesarios para saciarla, sin embargo, es recomendable comer sin sed. Para ésto, puedes acostumbrarte a beber un poco de agua cada cierto tiempo a lo largo del día, para mantenerte hidratada, tus órganos te lo agradecerán y te sentirás mejor. Procura no tomar grandes cantidades de agua de un golpe porque lo que lograrás será llenar muy rápido tu vejiga y la eliminarás muy rápidamente.

Sexto Hábito. Alejarse de los refrescos, jugos de frutas, Tés embotellados o aguas frescas y sobretodo las RELLENABLES que te ofrecen en los buffets o en el cine y que aparte de todo son muy fríos. Como se mencionó anteriormente, el objetivo es hidratar tu cuerpo, y un refresco o agua muy azucarada no cumple esta función. Aunque sea jugo fresco de fruta, sigue siendo una descarga muy alta de azúcar que para nuestro cuerpo es difícil de procesar (sobre todo si eres mujer).  Si tomas jugo por los nutrientes puedes reducir la cantidad o comer de preferencia la fruta completa y así aprovechas la fibra. Si tienes mucha prisa y comprar el jugo te queda de paso, bebe sólo la mitad y la otra mitad después de una hora. Si tienes gastritis observa como te sientes con los jugos de cítricos en ayunas, puede ser que sea conveniente tomarlos después de alimentos.

Séptimo Hábito. Evitar recargar el estómago. Evita eso de llenar la panza de alimentos prácticamente cero calorías para sentir satisfacción porque ya no te cabe más y ya no te dará hambre. Este es un gran error que nos cobrará la factura más tarde en nuestra salud. Así sea una ensalada muy nutritiva y baja en calorías, debes darle la oportunidad a tu aparato digestivo de "hacer la digestión" y no mandarle cantidades de comida que no podrá procesar y que después se descompondrá en tu aparato digestivo trayéndote inflamaciones y con el tiempo (mucho tiempo) te puede traer hasta cáncer en el colon u otros padecimientos menos mortales pero muy dolorosos y penosos.


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