miércoles, 12 de marzo de 2014

El hombre que se puso un útero para desatar una revolución Vibeke Venema BBC Sábado, 8 de marzo de 2014



Arunachalam Muruganantham
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/03/140305_arunachalam_muruganantham_toallas_sanitarias_finde.shtml
Autor: Vibeke Venema  para la BBC   Sábado, 8 de marzo de 2014

A Arunachalam Muruganantham su invento le costó mucho: estuvo a punto de perder a su familia, su dinero y su lugar en la sociedad. Pero nunca perdió su sentido de humor.
"Todo empezó con mi esposa", le cuenta a la BBC, en su natal India.


"Todo empezó con mi esposa", le cuenta a la BBC, en su natal India.
En 1998 se acababa de casar y su mundo giraba en torno a su esposa, Shanthi, y su madre viuda. Un día vio que Shanthi estaba escondiendo algo y cuando se enteró de qué era le aterró: "trapos asquerosos" que usaba durante la menstruación.
Cuando le preguntó por qué no usaba toallas sanitarias, Shanthi le señaló que si las usaran las mujeres de la familia, no quedaría dinero para comprar leche.
Para impresionar a su joven esposa, Muruganantham fue al centro a comprarle toallas sanitarias. Las pesó en sus manos y se preguntó por qué 10 gramos de algodón, que en ese entonces costaban 10 paise (US$0,001), se vendía en 4 rupias (US$0,07): 40 veces más.
Decidió que él las podía hacer más baratas.

El tamaño del problema

Arunachalam Muruganantham 

Cuando Muruganantham investigó un poco más, descubrió que casi ninguna de las mujeres en los pueblos cercanos usaban toallas sanitarias: menos de una de cada 10. Esto fue confirmado por una encuesta de 2011 de AC Nielsen comisionada por el gobierno indio que encontró que sólo el 12% de las indias usan toallas sanitarias.
Según Muruganantham, en las regiones rurales es aún menos que eso.
Se horrorizó además al enterarse de que las mujeres no sólo usaban trapos viejos sino también otras sustancias antihigiénicas como arena, aserrín, hojas y hasta ceniza.
Y las que usan trapos, no los secaban al sol, pues les daba vergüenza, lo que significaba que no se desinfectaban.
Aproximadamente el 70% de las enfermedades reproductivas en India son causadas por falta de higiene menstrual, que puede también afectar la mortalidad materna.

El hombre con la toalla sanitaria

Primero hizo una toalla sanitaria de algodón y se la dio a Shanthi, esperando que le dijera qué tan bien funcionaba inmediatamente. Ella le contestó que iba a tener que esperar un rato: sólo entonces se enteró de que el período de las mujeres era mensual.
"¡No puedo esperar un mes cada vez... me voy a demorar décadas!", exclamó y se dio cuenta de que necesitaría voluntarias.
Sin embargo, encontrarlas no era fácil. Sus hermanas se negaron, así que se le ocurrió recurrir a las estudiantes de medicina de la escuela local.
"Pero ¿cómo iba a abordarlas un obrero? ¡Ni siquiera los universitarios se atrevían!".
No obstante, logró convencer a 20 estudiantes de que probaran sus toallas, aunque tampoco funcionó: el día que fue a recoger sus formularios con comentarios encontró a tres de las chicas rellenándolos a última hora, lo que le demostró que los resultados no serían confiables.
Decidió que iba a tener que poner a prueba sus productos personalmente: "me convertí en el hombre que usaba toallas sanitarias".

Un loco con útero

Creó un "útero" con la vejiga de una pelota de fútbol a la que le hizo dos huecos.
Un amigo carnicero tocaba el timbre de la bicicleta afuera de su casa cada vez que iba a matar una cabra para que Muruganantham fuera a recoger la sangre.
Luego le echaba un aditivo, que le daba otro amigo que trabajaba en un banco de sangre, para impedir que se coagulara demasiado pronto.
Pero nada de ello ocultaba el olor.
Caminaba, montaba bicicleta y corría con la vejiga de fútbol debajo de su ropa tradicional, bombeando constantemente sangre para poner a prueba la capacidad de absorción de sus toallas.
Todo el mundo pensó que se había vuelto loco.

Perderlo todo

Arunachalam Muruganantham



La intención de Muruganantham nunca fue competir con las multinacionales.
Solía lavar su ropa manchada de sangre en un pozo público, por lo que el pueblo entero concluyó que sufría de una enfermedad sexual.
Los amigos cruzaban la calle para no toparse con él.
"Me consideraban pervertido", recuerda.
Su esposa se cansó y se fue. "¡Dios tiene sentido del humor: empecé mi investigación por mi mujer y 18 meses después me dejó!", dice.
En vez de darse por vencido, tuvo otra idea: estudiaría toallas sanitarias usadas, pues seguramente revelarían todos los secretos.
Problemático, en una comunidad tan supersticiosa. "Hasta pedir una hebra de cabello de una mujer hace que sospeche que van a usar magia negra para cautivarla", explica Muruganantham.
Le entregó sus toallas a su grupo de estudiantes de medicina y las recogió después.
Las puso en el patio de atrás de su casa para estudiarlas pero su madre las vio y esa fue la gota que derramó la copa: lloró, envolvió sus pertenencias en su sari y se fue.
"Fue todo un problema: tuve que empezar a cocinarme la comida".
Lo peor estaba por venir.
Los aldeanos se convencieron de que Muruganantham estaba poseído por espíritus malvados y se dispusieron a encadenarlo de cabeza a un árbol para que un brujo lo sanara.
Sólo logró salvarse prometiendo que se iría del pueblo.
"Me quedé solo en la vida".
Sin embargo, continuó.

Misterio resuelto

Arunachalam Muruganantham y su máquina 

Le tomó más de dos años y mucho esfuerzo descubrir que la celulosa era la clave.

El misterio más grande para él era de qué estaban hechas las toallas sanitarias buenas.
Había mandado algunas a un laboratorio para que las analizaran, y los resultados decían que era algodón. Pero sus propias creaciones de algodón no funcionaban.
Las que sabían eran las compañías multinacionales pero ¿cómo preguntarles?
"Es como tocar la puerta en Coca Cola y preguntarles cómo la hacen".
Muruganantham le escribió a las grandes firmas manufactureras con la ayuda de un profesor universitario a quien le pagó limpiándole la casa.
Además se gastó US$100 que no tenía en llamadas de teléfono, pero no sabía suficiente inglés. "Cuando me contestaban, me preguntaban qué tipo de planta tenía y no les entendía qué querían decir", recuerda.
Al final se le ocurrió decir que era dueño de un telar, que estaba pensando meterse al negocio y que quería unas muestras.
Unas semanas después, llegaron unos misteriosos tablones duros: celulosa, hecha de la corteza de un árbol.
Le había tomado dos años y tres meses descubrir de qué estaban hechas las toallas sanitarias, pero había un inconveniente: la máquina que se requería para moler este material para convertirlo en toallas sanitarias costaba varios miles de dólares.
Iba a tener que diseñar otra.

Del ostracismo a la fama

Muruganantham enseñando a usar la máquina
Los avatares de la vida de Muruganantham son el tema del documental
"El hombre menstrual" de Amit Virmani.
Cuatro y medio años más tarde logró crear un método barato para la producción de toallas sanitarias.
El proceso involucra cuatro pasos sencillos.
Primero, una máquina similar a un triturador de cocina torna la dura celulosa en un material esponjoso que, con otra máquina, se moldea en forma rectangular.
Esos rectángulos se envuelven en tela no tejida y se desinfecta en una unidad de tratamiento ultravioleta.
Todo el proceso se puede aprender en una hora.
La meta de Muruganantham era crear una tecnología amigable.
La misión no era sólo expandir el uso de toallas sanitarias sino también crear empleo para las mujeres de las regiones rurales.
Mujeres como su madre, quien cuando su padre murió en un accidente tuvo que vender todo lo que tenía y trabajar como labradora. Pero su salario de US$1 al día no era suficiente para mantener a cuatro hijos. Fue por eso que, a los 14 años de edad, Muruganantham tuvo que abandonar sus estudios y empezar a trabajar.
Las máquinas son deliberadamente simples y esqueléticas, para que las mismas mujeres las puedan mantener. El primer modelo era casi todo de madera y cuando se lo mostró a los científicos del Instituto Indio de Tecnología (IIT), en Madras, no se mostraron muy entusiasmados: ¿cómo iba ese hombre a competir con las multinacionales?
Sin embargo, la intención de Muruganantham no era competir. "Estamos creando un nuevo mercado".
Sin que él lo supiera, el IIT postuló su máquina en una competencia por el premio nacional de innovación, y ganó. El presidente de India, Pratibha Patil, le entregó el premio. De repente, se volvió famoso.
"Gloria instantánea: los medios fotografiándome y todo", dice. "La ironía es que, después de 5 años y medio, recibí una llamada y una voz ronca me dijo: ¿te acuerdas de mí?".

Volvió el amor

Toallas higiénicas hechas por mujeres
Toallas higiénicas hechas por mujeres con la máquina de Muruganantham.
Era su esposa, Shanthi. No le sorprendió el éxito de su esposo.
"Todo el tiempo encuentra cosas nuevas y quiere saber todo sobre ellas. Y luego quiere hacer algo al respecto que nadie ha hecho antes", dice.
No obstante, no es fácil vivir con tal ambición. No sólo le escandalizó el interés de su esposo en ese tema sino que él le dedicaba todo el tiempo y dinero, en una época en la que tenían apenas suficiente para comer bien. Y luego vinieron los chismes.
"Lo más difícil fue cuando los aldeanos empezaron a hablar y a tratarnos muy mal", le confiesa a la BBC. "Hubo rumores de que él tenía relaciones con otras mujeres y que por eso hacía esas cosas". Por eso decidió irse a la casa de su madre.
Eventualmente también la mamá de Muruganantham y el resto de los aldeanos, que lo habían condenado, criticado y aislado, volvieron.

Mariposas

Muruganantham parecía destinado a la fama y fortuna, pero no está interesado en enriquecerse.
"Desde que era niño aprendí que ningún ser humano se muere de pobreza, todo pasa por ignorancia"
"Imagínese, tengo la patente de la única máquina en el mundo para hacer toallas sanitarias baratas. Cualquier persona con un master inmediatamente acumularía el máximo de ganancias. Pero yo no quiero. ¿Por qué? Porque desde que era niño aprendí que ningún ser humano se muere de pobreza, todo pasa por ignorancia".
En su opinión, los grandes negocios son parásitos, como un mosquito, y él prefiere un toque más ligero, como el de una mariposa. "Una mariposa puede chupar miel de una flor sin perjudicarla", aclara.
En India, como en otras partes del mundo, persisten muchos tabúes respecto a la menstruación. Las mujeres no pueden visitar templos o lugares públicos, no pueden cocinar ni tocar el suministro del agua. Esencialmente, son consideradas intocables.
A Muruganantham le tomó 18 meses fabricar 250 máquinas que llevó a los estados más pobres y poco desarrollados en el norte India, los llamados BIMARU o "estados enfermos" de Bihar, Madhya Pradesh, Rajastán y Uttar Pradesh.
La directora de un colegio en Madhya Pradesh hablándole a las mujeres sobre higiene.
La directora de un colegio en Madhya Pradesh hablándole a las mujeres sobre higiene.
Allá a menudo las mujeres tienen que caminar kilómetros para traer agua, algo que no pueden hacer si están menstruando, así que las familias sufren.
"Mi conciencia interna me decía que tenía éxito en Bihar, que es muy difícil, lo tendría en cualquier otro lado", señala Muruganantham.
Fue difícil incluso hablar del tema en una sociedad tan conservadora. "Para hablarle a las mujeres en las zonas rurales se necesita permiso del esposo o del padre y sólo les podemos hablar si estamos detrás de una cobija", explica.
También hay mitos y temores sobre el uso de toallas sanitarias: que las mujeres que las usan se enceguecen o que nunca se casan.
Pero poco a poco, aldea tras aldea, empezaron a aceptarlas y con el pasar del tiempo las máquinas han entrado en 1.300 aldeas en 23 estados.
En cada caso, son mujeres las que producen las toallas sanitarias y se las venden directamente a las clientas. Las tiendas generalmente son atendidas por hombres, lo que intimida a las mujeres.
Otro beneficio es que al comprárselas a mujeres que conocen, reciben información importante sobre cómo usarlas.
Y a veces ni siquiera necesitan dinero, pues muchas vendedoras las canjean por cebollas y papas.

Por y para las mujeres

Estudiantes productoras de toallas higiénicas
Algunas estudiantes ahora producen sus propias toallas higiénicas.
La mayoría de las clientas de Muruganantham son ONGs y grupos de autoayuda de mujeres.
Una máquina manual cuesta unos US$1.200, las semiautomáticas, más. Cada máquina convierte a 3.000 mujeres en usuarias de toallas sanitarias y le da empleo a 10. Ellas pueden producir entre 200 y 250 toallas al día que se venden por unos 4 centavos de dólar.
Las mujeres escogen su propia marca para sus productos, así que no hay una marca generalizada. Es "por y para las mujeres".
Muruganantham también trabaja con colegios pues el 23% de las niñas abandonan sus estudios cuando empiezan a menstruar. Ahora hay estudiantes que hacen sus propias toallas sanitarias. "¿Por qué esperar hasta que sean mujeres? ¿Por qué no empoderar a las niñas?".
El gobierno indio recientemente anunció que distribuirá productos sanitarios subsidiados para las mujeres más pobres. El golpe para Muruganantham fue que no escogió trabajar con él, pero ahora su mira está más allá.
"Mi meta era crear un millón de trabajos para las mujeres pobres pero, ¿por qué no 10 millones en todo el mundo?". Su proyecto se está expandiendo a 106 países en todo el mundo.
"Las recomendaciones de boca en boca son las que han asegurado nuestro éxito, pues es un problema que todos los países en desarrollo enfrentan".

Lo mejor

Esposa e hija de Muruganantham
Muruganantham vive con su esposa, Shanthi, y su hija, Preeti.
Muruganantham vive hoy en día con su familia en un apartamento moderno, tiene un jeep, "que me lleva a las montañas, selvas y bosques", y "no he acumulado dinero pero sí mucha felicidad".
Shanthi y Muruganantham son ahora una unidad estrecha.
Alguna vez le preguntaron si recibir el premio de las manos del presidente de India fue el momento más feliz de su vida. Respondió que no: su mejor momento llegó después de instalar una máquina en una aldea remota en Uttarakhand, en la ladera del Himalaya, donde por muchas generaciones nadie ha ganado lo suficiente para mandar a sus hijos a la escuela.
Un año después, recibió una llamada de una mujer de esa aldea quien le contó que su hija había empezado a ir al colegio.
"Lo que no pudo hacer Nehru, lo logró una máquina", dijo.

lunes, 3 de febrero de 2014

Video de Aceite Esencial de Tea Tree

http://www.youtube.com/watch?v=Lj7__bSezSM
En este video se puede ver la historia de este aceite esencial y sus aplicaciones. Es un video vintage de SwissJust.

El primer y último pensamientos del día establecen un patrón en tu mente.

"En la mañana cuando todo esta fresco y el sueño se ha ido y la conciencia surge de nuevo, el primer pensamiento, la oración, la meditación, la remembranza, establecerá un patrón para todo el día... Si estás enojado en la mañana al despertar, el primer enojo crea la cadena, el segundo enojo llega fácilmente... Orar en la mañana, o estar alerta, o poner atención, establece un patrón. También en la noche, cuando te vas a dormir, el último pensamiento se convierte en el patrón para todo el sueño... Un pensamiento no es accidental, crea una cadena y le siguen cosas similares".
Una nota que confirma lo anterior en el sig. link http://aristeguinoticias.com/.../5-cosas-que-las.../

Transform Your Inner Being With A Ritual Bath



You probably take a bath everyday without giving it much deliberation. But did you know that those few moments you spend by yourself in the company of water can transform you in unimaginable ways? A “ritual bath” has been a part of my life for many years and it has helped me out of many emotional problems. It is the reason I am able to stay positive through challenging situations and be more giving in my relationships. The process has helped me grow and improve as a person and I believe it is now time to share this secret tool with you wonderful readers.
From a subtle standpoint, a bath can have two connotations – it may signify “cleansing” or denote inner transformation. Immersing the body in water is also believed to calm the mind and inspire spiritual awakening.  However, a “ritual bath” need not have any religious or spiritual significance. It is just a personal experience and you may even think of it as a spa therapy.
I have been practicing the technique of positive reinforcement and visualization and have enjoyed incredible benefits from it.  It is easy and anyone can do it! All you have to do is imagine yourself in a desirable situation – maybe you would like a better job, or score good marks in a test, be fit and healthy, or have a fulfilling romantic relationship. Just visualize all this happening and allow yourself to soak in the positive emotions that come through.

One way to amplify the effectiveness of this technique is to use essential oils in your ritual bath. Next to massage, bath is the most effective way to enjoy the multiple benefits of essential oils because it allows for oils to be inhaled with the steam and absorbed through the skin by osmosis.
The scent molecules make their way from the nasal epithelium to the limbic system, which is responsible for our emotional and physical responses. The key to this technique is to “train” the limbic system to release happy and positive feelings in response to a particular olfactory stimuli. For example, when you imagine romantic thoughts while inhaling a specific scent a few times, you will begin to feel romantic every time you inhale that scent because your mind now “associates” that scent with romance. This connection will be strengthened every time you consciously relive those feelings while inhaling the scent.
This kind of positive visualization empowers you to take control over your emotions and makes it easy for you to switch over to a positive frame of mind whenever you feel depressed, dejected or doubtful.
Preparing for a bath
A ritual bath is not something you can rush through in a hurry because you need to savor each and every moment and give yourself enough time for emotional transformation. Choose a quiet time when no one is likely to disturb you. Remember, that a ritual bath is less “bath” and more “ritual”, so do all the physical cleaning before you start. Dim the lights and light some candles to create a relaxing environment. 
Fill the bath with warm water and add the following ingredients:
1 cup of sea salt mixed with 10 drops of the chosen essential oils
1/2 cup of baking soda
the juice of a fresh lime
2 tablespoons of raw apple cider vinegar

These ingredients will balance your energy and help in releasing toxins. They will also ensure that the oils dissolve properly in the bath water.
Performing the ritual bath
Immerse yourself in the water and consciously try to appreciate things around you. How does the water feel? Is it warm and comforting? Are the dim lights calming your senses? Are you enjoying the fragrance of the oils?
Once you have eased into the mood, close your eyes and start the process of visualization. During this time, let only positive thoughts enter your mind. Picture yourself the way you want to be – successful, confident, popular, active…
If any of the day’s worries come back to bother you, visualize them going down the drain. Stay immersed in the water for a good 15-20 minutes and even after you get out, wrap yourself in a thick towel or robe and allow yourself some private quiet time, i.e., don’t go rushing back into your routine.
Which essential oils to use?
Now that you know the technique, let’s see which oils are likely to work best for you. Your choice of oil will depend upon your “intent”. i.e., how you want to feel. Do you want to feel motivated? Do you want to calm down? Do you want to feel content?
Please note that nobody can “prescribe” an essential oil for you – this is going to be a personal journey and you will know which oils you connect with the most. Here are some suggestions from Valerie Ann Worwoods book The Fragrant Heavens:
Bay Laurel: Helps us leave the past behind and look towards the future with optimism.
Cypress: Assists in coping with grief and helps us detach ourselves from earthly trappings.
Frankincense: Keeps the heart pure and encourages us to be more forgiving.
Geranium: Empowers us to make the most of opportunities and learn from failures.
Helichrysum: Prepares us for our goals by making us focused, persistent and determined.
Jasmine: Induces feelings of passion, love and intimacy.
Lemon: Helps in mental clarity and purifies the being.
Ylang Ylang: Boosts self-esteem and self-love. Helps us accept ourselves for who we are.
I hope this technique works as well for you as it has for me. It takes only a few minutes of your day, but the effects are long-lasting and profound. Do try it and write in to share your experiences.

domingo, 2 de febrero de 2014

MEDITACIÓN. Único remedio que sana el cuerpo y la mente sin efectos secundarios.


¿Quieres sanar tanto tu cuerpo como tu mente? Por favor lee el texto completo y comenta...Gracias.

#CursoOnline Dinámicas que Enferman http://goo.gl/vpHOYr

La meditación más que técnicas elaboradas... es ser consciente de tu respiración.
Porque nuestro mayor problema es que no somos consciente de que gracias
a ella estamos vivos

Cuando coloco mi atención en la forma que lo estoy respirando...
Me doy cuenta del maravilloso milagro de la vida... en la respiración la misma vida nos habla...

Inspiro....tomo lo que necesito de la vida
Me centro y permito que el aire se extienda por todos mis órganos....dejo que la vida me bendiga con la experiencia
Expiro largamente...Y Suelto aquello que ya no se puede retener.

Ese es el fluir de la vida... cuando soy consciente de esa respiración...me mantengo en el momento presente...

Sé consciente de tu respiración...Inspiras más largo que expiras...
¿tomas más que lo que sueltas?
¿Observas la paz que se siente cuando expiras...cuando sueltas?

Eso es vivir en meditación...ser consciente de tu respiración... de ti mismo y del presente.

Fuente: Luz Rodríguez https://www.facebook.com/ordenesamor?fref=ts